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WeChat censura conversaciones privadas


Publicación:05-08-2019
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WeChat está tan extendido en China que la posibilidad de interrumpirlo o prohibirlo podría perjudicar la vida de la gente

WeChat nos ofrece una ventana al futuro de internet de muchas formas. Con sede en China y más de 1.100 millones de usuarios en todo el mundo, es una de las aplicaciones más avanzadas y populares a nivel global. Su forma de penetrar en un montón de aspectos de la vida de una persona china resulta asombrosa: es el principal vehículo de comunicación de gran parte de la población, pero también sirve para emitir pagos, jugar a juegos, y mucho más. De hecho, parece que la visión de futuro del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, consiste en que su red social se parezca cada vez más a WeChat.

Pero además de mensajería, comida, coches y pagos, esta “súperaplicación” esconde mucho más. La ambición general de WeChat incluye algunas de las tecnologías de censura más avanzadas, rápidas y de mayor alcance en la Tierra.

Una nueva investigación del CitizenLab de la Universidad de Toronto (Canadá) revela algo de información sobre cómo WeChat utiliza la censura automática y en tiempo real de mensajes de texto e imágenes para controlar los debates políticos internacionales sobre temas como la guerra comercial con Estados Unidos y los escándalos nacionales como la desaparición en 2018 de documentos judiciales en una disputa entre dos multimillonarias compañías mineras chinas. Al final, todos los debates de los ciudadanos están sujetos a la aprobación del Gobierno chino.

Los censores de WeChat se enfrentan a dos tipos de desafíos. Los grandes posts públicos publicados en WeChat Moments (un contenido social similar al que aparece en el muro de Facebook) se analizan y filtran a través de algoritmos que a veces pueden tardar más de 10 segundos en ejecutarse, un tiempo larguísimo para las redes sociales. Y luego están los mensajes individuales y de grupos que son un problema completamente diferente, porque suelen ser conversaciones íntimas e instantáneas. Eso requiere censura en tiempo real.

El texto es relativamente fácil de buscar y censurar. El filtrado de imágenes es más difícil, especialmente cuando se intenta examinar y censurar imágenes casi al instante. Para llevar a cabo esta tarea, WeChat mantiene un enorme (y en constante crecimiento) índice de hash MD5, pequeñas firmas de datos criptográficos únicas para cada archivo. Cuando alguien envía una imagen censurada, el índice de hash la identifica y la elimina. Es probable que ni el remitente ni el destinatario se den cuenta de la censura.

Si la imagen no se censura al instante, pasa a la fase de análisis automático. Gracias al reconocimiento óptico de caracteres, la imagen es examinada en busca de texto (el envío de capturas de pantalla de artículos de periódicos era antes una manera fácil de superar los censores). A continuación, se comprueba la similitud visual de la imagen con otras imágenes previamente censuradas. El llamado contenido perjudicial (cualquier cosa relacionada con la política internacional o nacional que el Partido Comunista de China considere indeseable) se detectará, se eliminará de la conversación y luego se agregará a ese índice original de hash, y ahí se marcará para ser censurado instantáneamente a parir de ese momento. Es un sistema que se retroalimenta y que crece con cada imagen enviada. Estos sistemas también se usan en WeChat Moments para verificar y crear la cambiante lista negra de la compañía.

El gigante tecnológico chino Tencent, propietario de WeChat, está sometido a “una gran presión” por parte del Gobierno para implementar tecnologías de censura efectivas, asegura el director del programa de política digital y ciberespacio del Consejo de Relaciones Exteriores, Adam Segal. “Todas las empresas chinas son responsables del contenido, y aunque disponen de decenas de miles de censores humanos, también han desarrollado nuevos enfoques [de aprendizaje automático] para eliminar contenidos. En China, eso es parte de la tendencia más amplia bajo Xi Jinping de endurecer los controles en internet y en la sociedad china en general”, añade.

WeChat está tan extendido en China que la posibilidad de interrumpirlo o prohibirlo podría perjudicar la vida de la gente. La aplicación combina las características de Facebook, Uber, GrubHub y otros. Pernute reservar citas con el médico, pagar facturas de servicios públicos, hablar con profesionales o contratar servicios gubernamentales.

“Realmente se ha convertido en una mega-aplicación. Es verdaderamente difícil funcionar en la sociedad china moderna sin usar WeChat, por lo que el efecto intimidatorio es real”, afirma la analista principal de investigación para Asia Oriental dl grupo de investigación prodemocracia Freedom House, Sarah Cook.

Bajo la dirección del Gobierno, los censores de Tencent reciben hábilmente cuáles son los temas sensibles. Además de los acontecimientos históricos nacionales con consecuencias mortales, como las protestas de la Plaza de Tiananmen y la Revolución Cultural, rápidamente se agregan nuevos sucesos. Los investigadores descubrieron que los acontecimientos que saltaron a la prensa, como el arresto de los ejecutivos de Huawei acusados de fraude y el escándalo de bebés CRISPR en el que un científico chino anunció el nacimiento de niñas con genomas editados, provocaron oleadas de censura. Pasó lo mismo con muchos otros temas, como los conflictos con Estados Unidos y la corrupción nacional y otros problemas.

Otro escándalo que desencadenó una oleada de imágenes censuradas tuvo lugar en diciembre de 2018, cuando el Tribunal Supremo de China reconoció que los documentos asociados una disputa de miles de millones de euros entre dos compañías mineras habían desaparecido. Los investigadores descubrieron que se censuraron docenas de imágenes relacionadas con el presunto robo de documentos.

Cook concluye: “En los últimos años, ha aparecido una combinación del endurecimiento de las restricciones de la censura y del refuerzo en los controles. Ahora hay menos tolerancia oficial para la conversación, la expresión y las redes que anteriormente se toleraban. Tencent y WeChat, en concreto, han recibido varias multas. Así que ahora tratan de emplear nuevos métodos para capturar el llamado “contenido perjudicial” que el Partido Comunista Chino quiere detener. Ahí es donde aparece la censura automática en tiempo real”.



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