Itatí Cantoral, una diva moderna

De niña soñaba con ser actriz, mas nunca imaginó que su fantasía la llevaría a trajinar por México, Brasil y Nueva York. Su carrera, de poco más de tres décadas, ha sido poblada de éxitos y galardones. Sus personajes han trascendido la barrera del tiempo, muestra de ello es su formidable villana Soraya Montenegro, de la telenovela María la del barrio; su interpretación de Silvia Pinal en la reciente serie homónima y sus brillantes roles en teatro, entre ellos su papel en la puesta en escena Testosterona. Nada es imposible para esta diva moderna.

¿Qué tuvo que pasar en tu vida para que te decidieras por esta carrera? ¿Tu padre, el cantautor Roberto Cantoral, te influenció?

-A mi papá no le gustaba para nada la idea de que me dedicara al espectáculo; sin embargo, al final comprendió que parte de mi decisión fue por él y por mi madre, una excelente declamadora, cuya familia también se dedica a la actuación en Argentina. Así que era imposible no involucrarme en este mundo y más cuando desde temprana edad vi ir y venir en mi casa a toda clase de luminarias; podría decirse que ya lo traía en la sangre y era irrefutable.

¿Tienes algún método para tus personajes?

-Siempre me ha funcionado aprenderme el guion por completo, ya que eso representa 50% del trabajo; luego me preparo con coaches actorales para construir roles más sólidos.

¿Cambia la experiencia de hacer televisión o cine?

-Son distintas entre sí, cada una tiene su dificultad, así como su encanto. Pero cualquier proyecto exige una gran responsabilidad, pues hay que contribuir a que la inversión del productor salga y el público se vaya feliz. Al momento de que actúo en cualquier clase de escenario me siento emocionada, y el sentimiento aumenta al hacer teatro, porque tienes a las personas enfrente, compartiendo un espacio y una tensión dramática. Si pudiera hacer un giro en mi carrera, me fascinaría ser productora, aunque ya lo he hecho antes para un corto y mediometraje, además de una puesta en escena.