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La vida cultural no depende del Jolgorio oficial


Publicación:14-08-2019
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La fiesta cultural y artesanal realizada el pasado fin de semana no sorprendió a los paseantes habituales en el Zócalo de ese poblado


SAN MARTÍN TEXMELUCAN, Puebla,.- En San Martín Texmelucan —municipio poblano que ha ganado notoriedad por el "huachicoleo", tomas clandestinas de gasolina y robos a ferrocarriles y autotransportes— la cultura popular fluye desde antes de que llegaran las Misiones por la Diversidad Cultural de la Secretaría de Cultura federal. En este poblado, que según el último Censo del Inegi (2015) habitan 152 mil 52 personas, se celebró el segundo Jolgorio organizado en Puebla a través del programa Cultura Comunitaria.
La fiesta cultural y artesanal realizada el pasado fin de semana no sorprendió a los paseantes habituales en el Zócalo de ese poblado que es parte de la Zona Metropolitana de Puebla; es común que el jardín frente a la Parroquia de San Martín Obispo de Tours sea sede de programas culturales y artísticos como los que el pasado fin de semana se organizaron en el "Jolgorio: celebración de arte y cultura en San Martín Texmelucan", que forma parte de uno de los ejes del programa insignia de la Secretaría de Cultura federal.
La población no fue sorprendida por el encuentro —que incluyó talleres, conciertos, danza, exposición fotográfica y muestra artesanal y gastronómica— en las que participaron unos 15 artesanos de San Martín Texmelucan y Huejotzingo, pues se trata de un municipio con una vida cultural activa que se desarrolla en el Complejo Cultural Texmeluquense, espacio cultural que ofrece más de 30 talleres y que cuenta además con un auditorio para más de 600 personas.
Quizás los más sorprendidos fueron los propios artesanos, como Javier Quiroz Juárez, quien tiene 22 años dedicado a trabajar la piel, y ha sido testigo de las formas que distintas administraciones han emprendido para "impulsar" el arte popular. Desde hace 15 hace gestoría cultural a favor de la producción artesanal, ha sido miembro de la Casa del Artesano Poblano, del Instituto de Artesanías Populares y ha ayudado a crear festivales como el Calpulli Texmocalli, que realizará su décima edición del 28 de agosto al 1 de septiembre, pero que ha absorbido la alcaldía municipal (Morenista).
Desde su mesa de expo-venta, el artesano que trabaja 37 ramas artesanales se sorprende de que este corredor gastronómico artesanal congregue no sólo arte popular. "Habemos artesanos, habemos gente que hace manualidades y habemos bisutería; no me puedo llamar artista porque no lo soy; realmente nos deberían catalogar. Yo sí soy artesano porque tengo tres generaciones por parte de mi padre, en la curtiduría, y cuatro generaciones por parte de mi madre, en la alfarería", afirma; también le sorprende que lo encuesten para registrarlo como productor.

"Micropolítica"

El equipo de Misiones por la Diversidad Cultural, que en Puebla coordina Amanda González, llegó con hojas en mano para registrar a los artesanos participantes. Pregunta su nombre, edad, años dedicados a la artesanía, tipo de manufactura que hace y una breve descripción de su trabajo. Esa información debió haber sido registrada durante la Milpa cultural, la jornada que antecede al Jolgorio y que generaría un diagnóstico y revelaría las necesidades de la comunidad.
Josué Cantorán, quien llegó hace una semana a la Dirección de Turismo y Cultura del municipio, opina que Cultura Comunitaria se encargó de hacer el diagnóstico y "nosotros nos dedicamos a la infraestructura, ver el tendido de carpas, las mesas y las sillas; hicimos la convocatoria de los artesanos y ellos ya desde la ciudad de Puebla gestionaron todo lo demás", dice al referirse a la programación cultural que trajeron de Puebla y de la Ciudad de México, pues uno de los invitados fue la agrupación La Trouppe.
"Nosotros tenemos exponentes culturales; tenemos el Centro Cultural Texmeluquense, estamos muy orgullosos de este espacio porque nosotros preparamos a grupos, se brindan talleres en todas las disciplinas artísticas, desde pintura, diferentes géneros de la danza, de la música y el teatro; hay compañías que albergamos; por otro lado, tenemos eventos que se hacen en la comunidad, como el décimo Festival Texmocalli, donde vamos a tener una cartelera de eventos artísticos y culturales, y el encuentro artesanal intermunicipal durante cinco días".
A esa fiesta han convocado a artesanos locales, "hemos atendido las solicitudes de 30 artesanos de San Martín", e invitarán a dos o tres de Tehuacán, Zacatlán, Pahuatlán, Huauchinango, Chiautzingo y Huejotzingo. "Desde el municipio se hace un diagnóstico no sólo del trabajo artesanal sino un diagnóstico de la infraestructura cultural y artística que tenemos", señala Cantorán.
Amanda González Ochoa afirma que las Milpas Culturales y los Jolgorios es "micropolítica", reconoce que "no estamos acercando la cultura, estamos acercando estos ejercicios culturales hacia las regiones". La operadora estatal expresa: "Estamos tratando de realzar y enaltecer los saberes que ya existen".
Dice contar con un equipo comprometido con el que han hecho Milpas en San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, en la ciudad de Puebla, San Martín Texmelucan y en Eloxochitlán, Zoquitlán y Vicente Guerrero, municipios de la Sierra Negra de Puebla; y también el Jorgorio en San Pedro Cholula, que realizaron en la Junta Auxiliar de San Agustín. Y van por más.
"Somos 11 personas, es un equipo interdisciplinario dentro de la gestión cultural, hemos realizado trabajo comunitario en campo, somos expertos en desarrollo local, la mayoría cuenta con maestrías; yo soy maestra en Ciencias Políticas, hay una maestra en desarrollo local por parte de El Colegio de la Frontera Norte, maestras de Comunicación Social de la Ibero, en Gestoría cultural y comunitaria de la Universidad de Guadalajara; tenemos amplia experiencia de cómo obtener la mejor información y darle salida a los resultados".
Pero Amanda no sabe cómo será la continuidad que le den a los hacedores del arte popular en San Martín Texmelucan. Describe el proceso como ella sabe hacerlo desde la academia, de donde proviene: "Esto tiene que aterrizarse como una investigación, tenemos que encontrar un índice de bienestar y dentro de él averiguar cuáles son las condiciones en las que se encuentran los municipios que se han localizado como prioritarios por el momento. Y como en la academia, se tienen que ir cerrando las investigaciones para tener un mapeo lo más adecuado posible y lo más cercano a la población".
La tarde va cayendo en San Martín Texmelucan, no llegaron multitudes ni los artesanos se llenaron los bolsillos con las ventas; llamó la atención el torno de Juan, un alfarero que comenzó en la artesanía de barro vidriado cuando tenía seis años; también atrajeron los aretes, anillos, pulseras, campanas, casos y pocillos de Verónica Pérez, artesana por tercera generación con más de 20 años trabajando el cobre.
Ella, otra protagonista del Jolgorio, cuenta que el municipio los tiene registrados y los llama para invitarlos a ferias patronales, donde hay pabellones para el arte popular; afirma que ella no se registró para estar en el Jolgorio, "nos avisaron apenas en la semana".
Su experiencia contrasta con Arturo Paredes Flores, un pintor de 22 años, de Huejotzingo, el más "viejo" de los siete alumnos que toman el taller de pintura en la Casa de Cultura de ese municipio. Asegura haber participado en cuatro Caravanas Culturales; pero éste es su primer Jolgorio.
Arturo Paredes no sabe qué seguirá en su camino, como tampoco parece saberlo el equipo de Misiones por la Diversidad Cultural, lo que sí ven es que llevarán el Jolgorio a San Andrés Cholula, a Eloxochitlán y a Zoquitlán.



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