Murió Epstein ahorcado por su propia mano

Nueva York.- La oficina del médico forense de la ciudad de Nueva York confirmó este día que se trató de un suicidio por ahorcamiento la muerte del millonario Jeffrey Epstein, cuyo cuerpo fue encontrado en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, el pasado 10 de agosto. 

Después de una autopsia y una "revisión cuidadosa de toda la información" se determinó que la causa de la muerte de Epstein fue "suicidio por ahorcamiento", señaló la doctora Barbara Sampson, médico forense en jefe de la ciudad de Nueva York, citada por el diario local The New York Times.

Los abogados de Epstein, Martin G. Weinberg, Reid Weingarten y Michael Miller, cuestionaron el resultado oficial de la autopsia y adelantaron que realizarán su propia investigación.

"No estamos satisfechos con las conclusiones del médico forense (...) Tendremos una respuesta más completa en los próximos días", manifestaron en un comunicado los abogados del empresario, quienes habían contratado a un patólogo privado para observar la autopsia.

Epstein, de 66 años, estaba a la espera de un juicio por cargos federales de tráfico sexual, luego de haber sido arrestado el pasado 6 de julio, acusado de crear una red mediante la cual abusó de decenas de niñas en sus mansiones de Nueva York y Florida, entre 2002 y 2005.

 La oficina del médico forense había terminado una autopsia el domingo, según la cual Epstein se había roto un hueso del cuello -lo que puede ocurrir al intentar ahorcarse-, pero indicó que estaba esperando más información de los investigadores antes de publicar su resultado final, según la cadena NBC.

La muerte del millonario, un preso de alto perfil que aparentemente ya había intentado quitarse la vida en julio pasado, generó fuertes críticas al sistema penitenciario estadunidense y llevó a abrir cuatro investigaciones federales.

Tras encontrarlo inconsciente en su celda el 23 de julio pasado, Epstein fue puesto bajo vigilancia las 24 horas en una celda especial, pero seis días después funcionarios de la prisión determinaron que ya no era una amenaza para sí mismo y lo cambiaron a otra celda, donde se supone debía ser monitoreado cada 30 minutos.

La noche antes de que encontraran su cadáver, los guardias lo dejaron solo después de que su compañero de celda fue transferido. Los empleados encargados de vigilarlo no realizaron ninguna labor de monitoreo al menos tres horas antes de descubrir muerto a Epstein.