Leo luego existo

México.- "Leo luego existo", el ciclo de lectura llevado a cabo en el Centro Cultural Los Pinos, comenzó con fragmentos del escrito Pasiones, de Rosa Montero, en la voz del actor Arturo Barba.

      Aun cuando el salón Venustiano Carranza no registró mucha audiencia, la lectura de dicho libro —en su capítulo sobre la historia de Los Borgia— fue bien recibida por el público asistente, quienes en su mayoría eran adultos.

      “Siempre me gusta escoger historias cortas que le puedas contar de principio a fin a las personas; no puedes leerles el Conde de Montecristo. Este es un programa de incentivo a la lectura, lo están estrenando y esperan que aquí haya más quórum”, dijo.

      En entrevista con Notimex, comentó que este tipo de acciones ayuda tanto a jóvenes como niños para despertarles más interés por la lectura, esto dentro de un mundo globalizado y tecnológico, como el que se vive actualmente.

      “Es una actividad que requiere cierto esfuerzo y se está perdiendo, sobre todo en algunos países, como el nuestro, el cual cuenta con un rezago educacional. Así que a mí me gusta participar en este programa, porque al leerle a las generaciones jóvenes les puedes decir el porqué y para qué. Puede no interesarles, pero si ganas un lector, tendrás a una persona con una postura crítica”, expuso.

      En este sentido, Arturo Barba invitó al público a leer, ya que dicha actividad abrirá una ventana de oportunidades, a la par de producir —en el lector— un juicio crítico para discernir y participar más.

      Mencionó que él, por lo menos, lee un libro al mes, aunque depende tanto de los tiempos libres como de su trabajo como actor. Actualmente, indicó, está leyendo No contar todo, de Emiliano Monge.

      "Leo luego existo" continuará este sábado y domingo, con la participación de los actores Irma Dorantes al dar voz a fragmentos de Así fue nuestro amor; Ignacio López Tarso y Juan Ignacio Aranda abordando la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, selección y adaptación de Arturo Rosales Ayala.