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Invita Izzeldine Abuelaish a regiomontanos a realizar sus sueños


Publicación:09-09-2019
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Teniendo como marco las actividades del Hay Festival Querétaro en la UANL.

Teniendo como marco las actividades del Hay Festival Querétaro en la UANL, Izzeldine Abuelaish, médico palestino y defensor de paz, sostuvo un encuentro con la comunidad universitaria y el público general, en Colegio Civil Centro Cultural Universitario.

El doctor en medicina que nació y creció en el campo de refugiados de Jabaliya conversó con Carlos Medina también médico y divulgador de la ciencia de la UANL, sobre los efectos del odio en las personas.

El orador invitado ha sido una figura importante en las relaciones entre Israel y Palestina durante varios años, trabajando en hospitales israelíes, y tratando a pacientes tanto israelíes como palestinos.

“Yo soy un ser humano como todos, quizá muchos de ustedes no han conocido Palestina; yo soy un refugiado palestino que nació y se crio en un campo de refugiados y cuando hablamos de refugio hablamos de un refugiado, que es una persona que no tiene nada, desnudo frente al mundo”, expresó Abuelaish.

“De niño yo soñaba con ser doctor, para tener un mejor empleo y ayudar a mi familia y al ser el mayor yo llevaba conmigo la responsabilidad, y yo por eso aliento a todos a tener sueños grandes todo el tiempo, no se subestimen a sí mismos, los sueños son solo sueños, pero hay que trabajar para conseguirlos”, recordó.

Abuelaish mencionó su trayectoria médica, que empezó al recibir una beca para estudiar medicina en El Cairo, Egipto, y continuó con la especialización en Obstetricia y Ginecología por parte del Institute of Obstetrics and Gynaecology University of London.

Además, declaró que el rol de la medicina en la sociedad es un canalizador de paz y de respeto.

“Yo creo en el papel de la medicina como un puente que une a la gente, la medicina y la gente son ecualizadores, estabilizadores, socializadores y armonizadores humanos.

“¿Por qué no nos tratamos igual que dentro de un hospital? Tenemos que exportar el mensaje de la salud como un ecualizador al exterior, por ejemplo, el momento más feliz de mi vida es cuando le entrego un bebé a su mamá. Nadie puede diferenciar un llanto de un bebé y decir si es cristiano, israelí, mexicano, americano, palestino, etcétera, el llanto de un recién nacido es el llanto de la vida”, finalizó.



« Redacción »