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¿Qué empleo atrae más a los programadores?


Publicación:26-09-2019
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“Las software factories tienen una diversidad de proyectos, con distintos stack de trabajo, eso permite aprender varias metodologías"

Los programadores son hoy los grandes mimados de los reclutadores: con varias decenas de ofertas diarias y la posibilidad de trabajar de modo freelance. Muchos de ellos son reclutados por empresas de producto atraídos por el nivel de proyectos a largo plazo, estabilidad y beneficios. Por otro lado, en el último tiempo cobraron relevancia las software factories, que, como su nombre lo indica, son las encargadas de desarrollar software para terceros, generalmente a gran escala y en tiempos cortos. ¿Qué diferencias comportan estas dos variantes para los programadores?

“Las software factories tienen una diversidad de proyectos, con distintos stack de trabajo, eso permite aprender varias metodologías, lenguajes de programación y trabajar con gente muy diversa.” señala Nahuel Calderón, Senior QA Automation Engineer de Eventbrite. Esta variedad de proyectos es percibida como un buen terreno donde los desarrolladores empiezan a formarse y luego pueden profundizar su conocimiento. Sin embargo, debe tenerse cuidado cuando el “salto de proyecto en proyecto” no genera valor y puede volverse adverso: “La empresa de producto te permite profundizar el conocimiento en tecnologías y en las reglas de negocio, mientras que en las  software factories muchas veces, se trata de una cuestión presupuestaria, y en varios casos lo que paga el cliente alcanza solo para cubrir necesidades básicas.” advierte María Emilia Palá, del equipo de RR.HH.

En las software factories, la capacitación es clave y eso lo vuelve un entorno ideal para los inicios laborales. “Estar en una software factory fue una buena experiencia como primer trabajo, por lo general al ser junior siempre trabajas en un equipo donde los de mayor experiencia te van guiando y conteniendo en tus primeros pasos. Es muy bueno para empezar a entender sobre procesos, ya que al ser más estrictos respecto a tiempos, por lo general tenés que describir tu trabajo de cada día. Te enfocás en objetivos cortos y en cómo organizar tu tiempo.” sostiene Ariel Parra, Senior Software Engineer II, describiendo sus inicios laborales.

Sin embargo, también hay otros factores como perspectivas de crecimiento, plan de carrera y cultura empresarial que no se ven favorecidos por el ritmo rápido que se le exige a una software factory. En las empresas de producto, la filosofía que impera es “tomate el tiempo que necesites”, lo que se convierte en un aliado de la creatividad. Quienes trabajan en empresas de producto valoran las ventajas de contar con una estructura y una dirección más nítidos: “Eventbrite tiene una estructura más definida y con objetivos más claros. El contar con un producto específico obliga a priorizar un conjunto de necesidades que cumplan ese objetivo. En particular, me encontré con la posibilidad de cambiar o proponer cambios en distintos niveles.” relata Calderón, en sintonía con una de las principales ventajas de las empresas de producto: mayor capacidad de adquirir habilidades y promoción del potencial de crecimiento.

En cuanto a la cultura organizacional y el sentido de pertenencia se observan las diferencias más fuertes. “Desde el punto de vista del engagement de los empleados, en las Software Factories por lo general el límite entre ser parte de un equipo de la empresa o del cliente es muy difuso. Hay casos en los cuales se torna un poco confuso saber quién es tu empleador sobre todo cuando el lazo con el cliente es muy fuerte.” explica María Emilia Palá, del equipo de RR.HH de la plataforma de venta de entradas e inscripciones a eventos. Este límite difuso que menciona Palá se relaciona también con el origen de la relación laboral, donde la decisión de la contratación en el caso de las software factories queda del lado del cliente final, que participa en el proceso de selección; mientras que en la empresa de producto depende exclusivamente de la misma.

Las empresas de producto cuentan con la ventaja de tener menor tasa rotación, lo que beneficia a programadores y especialistas en RRHH a la hora de trazar planes de carrera en un sector donde el cambio es permanente. Esto para Palá es un valor fundamental:  “En la empresa de producto lo que importa principalmente es el potencial de crecimiento de la persona que se suma y qué valor extra va a aportar a la empresa y al equipo.” finaliza la especialista.



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