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Cultural Literatura


Plasman en libro mensajes de niño en coma


Publicación:14-10-2019
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Andreina Pérez comparte en Tito entre el wao y el ajá una historia basada en hechos reales 

México.— La escritora Andreina Pérez (Caracas, 1993) plasmó la experiencia que tuvo durante su adolescencia cuando a causa del bullying y diversos problemas terminó en el hospital, donde un niño se manifestó en sus sueños alentándola a seguir adelante; y luego descubrió que se trataba del pequeño que yacía en coma en la misma habitación. 

      En entrevista con Notimex, la autora señaló que este libro basado en hechos reales es sobre un pequeño judío venezolano que tuvo un accidente en una piscina a los dos años, el mismo día en que ella terminó en una clínica y se encontraron en el cuarto de emergencias. Tito pasó cinco años en coma y nunca despertó.

      “Soñaba con él mientras estaba inconsciente, luego desperté y vi que estaba al lado mío; fue una confusión, porque yo tenía 15 años. Pasé cinco años soñando con él, después me reencontré con la persona que ahora es mi mejor amigo, a quien mostré una foto que tengo de Tito, me dijo que era hermano de una compañera que estudió conmigo; entonces me puso en contacto con la familia”, relató.

      Tras contactarlos, Andreina sintió que su misión era transmitir el mensaje que Alberto Cohen o Tito, como se les dice a los Albertos en Venezuela, le dio durante esos cinco años, por lo que ahora, a través de su libro, trata de llegar a personas que pasaron por su misma situación de depresión y ansiedad.

      “Tenía problemas en el colegio con el tema del bullying, a esa edad cualquier cosa pasa por la cabeza de los adolescentes, estaba muy deprimida, me sentía muy sola, tenía problemas en casa con mis papás y realmente tenía muchas dudas sobre la vida. Eso es lo que quiero hacer llegar a los adolescentes, que entiendan que es una etapa de la que en 10 años se van a reír”, contó.

      También es un libro dirigido a padres de adolescentes y a mamás que perdieron un hijo, como la de Tito, quien usó el dolor para ayudar a personas de bajos recursos que tienen a sus bebés con problemas de parálisis cerebral, neurológicos y motores, mediante la fundación Dejando mi huella, a la que la escritora aportará parte de las ventas del libro.

Será proyectada en cines

Andreina Pérez estudió cine en Los Ángeles, en donde radica, y posteriormente grabó un cortometraje sobre la historia de Tito, cuyo guion leyó la mamá de este y le encantó, pero una vez que se proyectó no recibió comentarios porque, sin saberlo, salió el mismo día del aniversario del accidente. “Nos enseñaste que las coincidencias no existen”, fue el señalamiento de la familia. 

      La historia no solo quedará plasmada en las páginas de un libro o en ese pequeño filme, sino que Tito entre el wao y el ajá será llevada a la pantalla grande para que más personas puedan conocerla; es una coproducción de México y Estados Unidos que se grabará en la capital mexicana y posiblemente en San Luis Potosí; en la actualidad se encuentra en el proceso de casting y financiamiento. 

      “Estoy muy contenta, hace 10 años no pensaba ni en estudiar cine, para mí esto es más que mi carrera o algo que quiera alcanzar como profesional, es mi misión de vida, para mí Tito dejó una huella y yo quiero dejar una huella en las personas. Parte de las ganancias de la película también se irán para la Fundación”, refirió.

      Sin embargo, dijo, llevar la historia al público no fue tarea fácil, porque las editoriales querían cambiarla, hasta que se puso en contacto con la librería Borders, que también tiene editorial y ahí respetaron su historia, solo adaptaron el vocabulario al lenguaje mexicano, porque estaba muy al estilo venezolano; también confesó que vender la novela no ha sido sencillo ni llevarla a otros países.

      “Con respecto a la película, pasé por muchas personas que me decían hazla más comercial, no la hagas tan artística, y yo decía que no, porque es una falta de respeto a la familia de Tito y a mi visión, por lo que paré el proyecto un tiempo porque estaba un poco frustrada, pero lo retomé el año pasado y ahora tenemos un equipo bastante chévere y el proyecto está muy avanzado”, mencionó.

      Pese a que Andreina cuenta con otros proyectos y ha realizado colaboraciones con escritores venezolanos, compartió que el tema de edad y de género sí ha sido complicado para ella, sobre todo cuando inició a los 21 años, porque desconfiaban para darle el apoyo económico; ahora, a sus 25, otras personas le ayudan a ver esa parte, pero lamentó que aún falte mucho para llegar a una equidad.



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