Y sin embargo...¡se mueven!

Sin capacidad para el protagonismo y sin merecerlo, y tras el vergonzoso empate del sábado pasado ante Veracruz en su propio estadio, los Rayados de Monterrey aun aspiran a una Liguilla. 

Sus 21 puntos le dan esa oportunidad que ellos mismos están por aniquilar, pues ante la salida del uruguayo Diego Alonso, el equipo solamente ha sumado 5 de 12 puntos. 

Monterrey aprovecha las bondades que otorga la Liga Mx a sus equipos: Con ese poco puntaje tiene mucha vida, pues la derrota del Tijuana ayer ante Juárez, y el empate del Morelia ante León, mantienen a los albiazules a tres puntos de los séptimo y octavo lugar, cuando faltan por disputarse seis. 

Y otro factor que pudiera estar en su favor, si es que lo aprovechan, sería que el próximo viernes visitan precisamente a Tijuana en la frontera, en juego que, si ganan, estarían superando a ese equipo por diferencia de goles. 

Aunque faltaría que ni Pumas, ni Pachuca ganasen sus encuentros de la fecha 18 para que Monterrey ingrese a la zona de Liguilla. 

La estadística luce complicada, pero las matemáticas le dan a los albiazules ese hálito de vida que aún busca mantener después de una temporada para el olvido. 

De Alonso a Mohamed 

Rayados no se sacude esa frialdad que como equipo le ha caracterizado a lo largo de 16 jornadas. 

Con Alonso al mando y sin jugar a nada, la Pandilla sumó 16 puntos hasta que la afición corrió al uruguayo. 

Y ahora, fallando posiblemente 40 opciones de gol, perdieron 2-1 ante Querétaro bajo la dupla formada por José Treviño y Héctor Becerra, en un partido que no indicaba nada en el sentido del progreso. 

Y con “El Turco” Mohamed, la chispa y la alegría se han ensombrecido por la incapacidad de no ganar a Chivas y Veracruz en el BBVA. 

Y una vez más, la muy golpeada afición pasó de la ilusión (triunfo en Pachuca 3-2) a la decepción de estar al borde de otro espantoso fracaso. 

Ilusión y decepción, como en aquellas Finales fallidas en el BBVA anteTuzos de Pachuca y Tigres de la UANL. 

Ilusión y decepción, estados de ánimo generados por los ahora muy mediocres jugadores de Rayados de Monterrey en su afición. 

Este mediocre grupo de jugadores no merece Liguilla, ni siquiera seguir pensando en alguna posibilidad. 

Y seguramente varios de ellos deberán aparecer en la “lista negra”, para no volver a vestir la casaca de la Pandilla del Cerro de la Silla.