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La pacificación no va a llegar con balas: Evo Morales


Publicación:15-11-2019
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Rechaza los señalamientos de fraude electoral y dice que su renuncia al cargo no fue por cobardía, sino para evitar el derramamiento de sangre

Evo Morales no se arrepiente de haber buscado tener un cuarto mandato, puesto que asegura que esperaba gobernar 20 años, hasta el 2025, porque en esa fecha emblemática del Bicentenario de la fundación de Bolivia habría completado el ciclo de la transformación política y económica del país.

Asilado en México desde el martes pasado, Morales considera que no fueron la protesta social ni los señalamientos de irregularidades electorales los que originaron su salida de la presidencia y del país, sino una confabulación para orquestar un "golpe de Estado" fincado en el racismo.

En entrevista, el hoy expresidente rechaza los señalamientos de fraude electoral y dice que su renuncia al cargo no fue por cobardía, sino para evitar el derramamiento de sangre en Bolivia; resalta que hasta el pasado domingo que dimitió no se había registrado ninguna muerte por herida de bala y que, tres días después, van 10 muertos.

El mandatario forzado a renunciar asegura que está listo para regresar a Bolivia de inmediato si la Asamblea de su país no acepta la renuncia que presentó el pasado domingo al cargo. Volvería, sostiene, con el fin de pacificar al país y organizar nuevas elecciones en las que él está dispuesto a no ser candidato.

Morales culpa al gobierno de Estados Unidos de estar detrás del "golpe" que lo sacó de la presidencia y dice que todas las muertes que se originen en Bolivia por la crisis que generó su salida del poder son responsabilidad de la Organización de los Estados Americanos, a la que acusa de haber aportado al "golpe de Estado".

Usted ha sido admirado por haber logrado muchos cambios en Bolivia, por haber tenido un crecimiento económico muy satisfactorio, por haber llevado un gobierno de igualdad a su país; sin embargo, sus críticos señalan como un error el que haya querido permanecer otro periodo en el poder. ¿Fue un error haber competido para el nuevo periodo?

—Después de 13 años, casi 14 años, ganamos en la primera vuelta, la derecha nos roba el triunfo. En la primera candidatura a la presidencia en 2002 [cuando fue declarado ganador Gonzalo Sánchez de Lozada] no he perdido, me la han robado; en esta última candidatura tampoco he perdido, me la han robado y ganamos en la primera vuelta. En 2002 me expulsaron del Congreso, ahora con este conflicto me expulsaron de Bolivia. Cuando me expulsaron del Congreso tenía apenas cuatro diputados, he vuelto con 27. Ahora que me expulsan de Bolivia por razones políticas regresaremos con millones y millones: estoy convencido porque el pueblo está movilizado frente al golpe de Estado.

No me arrepiento, no, porque ganamos elecciones en la primera vuelta: no como antes, con más de 50%, 60%, pero también quiero decirles que ahora algunos que votaron por la derecha o por otros están arrepentidos. Como he permanecido tanto me acusan de dictadura… pero ahora el pueblo está viendo una dictadura.

El domingo que renuncié, he renunciado para que no agredieran a mis hermanos, a mis hermanas… quemaron un día antes de mi renuncia la casa de mi hermana, el día que estaba renunciando saquearon mi casa: ese es el racismo, han sembrado racismo, es mal visto ser indígena.

¿Ve entonces un golpe de Estado apuntalado en el racismo?

—Totalmente racismo. Acaban de informarme personas cercanas en la nación que la [proclamada presidenta interina Jeanine Áñez] golpista está gobernando con tanques y helicópteros, metiendo bala por aquí y por allá. Hasta el día domingo ni un muerto y hasta ayer [jueves], 10 muertos, eso es dictadura.

Les hacen gritar: "Evo cabrón". Hacen odiar a gente campesina, indígena, originaria y a los más humildes, odio, racismo; usan la Biblia contra la familia. Para mí la Biblia es algo sagrado que nos da valores; oran para hacer odiar, rezan para hacer discriminar, usan el Cristo para marginar, para humillar al pueblo.

Yo soy católico y en nuestra Constitución no hay iglesia de primera o de segunda, somos un Estado laico; antes solamente era reconocida la religión católica; ahora no.

Pese a esa situación usan la Biblia contra el más humilde. Aquí se repite la historia de los tiempos de la Colonia donde algunos obispos llegaron con la Biblia, te sacaban la Biblia y disparan.

¿Cuánto tiempo cree que debió permanecer en Bolivia como presidente para haber consolidado por completo su modelo?

—Yo creo que habría bastado hasta el Bicentenario [en 2025], con cinco años más estaba consolidado el crecimiento económico, la integración de Bolivia y la universalización de los distintos programas sociales. Esa es la idea de Bolivia con desarrollo, con igualdad social, con integración y con un tema de industrialización.

Y las fuerzas que mueven ese golpe, ¿usted las identifica?, ¿son internas, pero también con apoyos externos?

—Sí, estamos convencidos de eso; desde el momento en que el [gobierno actual] ha sido reconocido primero por Estados Unidos y después por Inglaterra. Esto que está pasando es como en Venezuela, pero ahora en Bolivia.

¿Ve la mano de Washington en esto?

—Viene desde ahí, por supuesto.

Pero la Organización de los Estados Americanos (OEA) asegura que hubo irregularidades en la elección, que se trató de un fraude. Y



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