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En Escena Realitys


El éxito cuesta en "La academia"


Publicación:16-11-2019
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La casa se encuentra dentro de las instalaciones de Azteca en Miramontes.

CIUDAD DE MÉXICO.- Hay que ir al casting, no dejar que los nervios te traicionen y sacar tu mejor voz. Una vez pasados los tres filtros, hay que poner la vida en pausa para perseguir el sueño, ir a dormir a una cama que no es la tuya, comer cosas que tú no eliges, ver el sol una vez a la semana, despertar muy temprano para tomar clases y sobre todo, estar dispuesto a aprender, a vivir con otras 14 personas que son tu competencia directa y que están tan dispuestos como tú a hacer todo para llegar a la final de La academia.

"Cuesta, subir la cuesta", dice la canción, y vaya que cuesta, pero para los 15 alumnos que integran la nueva generación, todo vale la pena. EL UNIVERSAL tuvo acceso durante dos días a la casa para vivir de cerca la experiencia que un alumno tendrá, si bien le va, durante las 12 semanas que dura el reality show.

La casa se encuentra dentro de las instalaciones de Azteca en Miramontes. Tiene dos recámaras (una para hombres y otra para mujeres) con lockers y cajas de plástico para guardar la ropa. Hay un pasillo que conduce a la sala, al comedor, a la cocina y a una barra.

Definitivamente es más grande que un departamento promedio en la Ciudad de México, tiene todas las decoraciones que podría tener una casa real, pero no deja de verse falsa, como una casita de muñecas con un gran ojo viendo todo lo que hay en el interior, y en efecto, lo hay.

Las paredes tienen cristales con cámaras detrás donde hay 12 camarógrafos registrando la actividad de los habitantes. Detrás de esas paredes acartonadas también hay tres directores, tres sonidistas, tres asistentes de dirección, una coordinadora, 15 personas de limpieza y paramédicos las 24 horas. Por eso de vez en cuando se escuchan movimientos, alguna cosa que se cae, que se acomoda.

Al voltear al techo sólo se ven cables, lámparas y los micrófonos. No hay ventanas, a veces hace falta que corra el aire y se encierra el calor.

Si todo lo anterior ya hace difícil la estancia, habitar allí con otros 14 desconocidos lo complica aún más: son distintas formas de ser, dormir, vestir, actuar. Es cuestión de tiempo para que comiencen los roces y si bien las clases pueden sacar lo mejor de cada uno, la convivencia diaria también puede sacar lo peor. A eso hay que sumar el aislamiento, no estar cerca de amigos, familia, ni ver lo que pasa en tu celular porque desde la entrada, son decomisados. Cambias un celular por un micrófono que usas todos los días.

El productor de La academia, Ángel Aponte, sabe muy bien que este tipo de cosas ocurren. "La Academia es un microcosmos, es una sociedad pequeña y hay de todo, igual que en nuestra familia, nosotros sabemos quién es el tío bailarín, el serio, el tramposo; la gente se va a identificar mucho con el talento, pero también se va a enamorar mucho de los más talentosos", dijo a EL UNIVERSAL.
Las clases

A las 8:00 horas suena como despertador un gallo, luego, a todo volumen "Cuesta". Es tiempo de ir a la primera clase, la de acondicionamiento físico con Alan Benabib. Luego vienen las de coreografía con la maestra Guille, y vocalización con Lula Ross, una profesora a la que muchos ven como una segunda madre dentro de la casa.

"Me ven como la mamá, como la abuelita que extrañan porque no es fácil para muchos dejar su casa, son cariñosos". La maestra asegura que a ella le gusta estar muy cerca de sus alumnos, pero eso no significa que no sea estricta.

Otra de las clases es la de Raúl Carballeda, coach vocal. El maestro es conocido por su trabajo en doblaje, donde lleva más de 30 años; su voz aparece en películas como "Mulán" y "El rey león" y para él, es un placer descubrir con los alumnos sus talentos.

Al final del día los alumnos, que tendrán por mentor a Beto Cuevas, acaban agotados, hasta se olvidan que existen los celulares y esa cama, que no es la más cómoda, se vuelve ideal, porque al otro día hay que seguir aprendiendo.

El reality show arranca este domingo en Azteca 13 con las conducciones de Adal Ramones y Cynthia Rodríguez.



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