Almas en movimiento de Ulises Calderón

México.— Un total de 15 personajes elaborados de cerámica que se dirigen a una vasija forman parte de la instalación principal de la exposición Ánima pneuma — alma en movimiento, traducida del latín—, proxima a presentarse en el Centro Cultural Ollin Yoliztli el 27 de noviembre.

      “Los personajes se están tirando a una vasija, y debe ser una vasija porque es el producto original y clásico de un ceramista, además, en algún momento leí estudios que abordan el tema del final de los días. Los judíos, por ejemplo, hablan sobre el final de los días, en el cual todos vamos a construir una vasija y está contendrá la luz que para ellos es Dios”, comparte Ulises Calderón (1973), artista plástico mexicano y autor de la obra.  

      En la exposición —cuya curaduría está a cargo de Marco Ramos—, todos los personajes del primer plano, ataviados con ropa cotidiana, se están arrojando hacia ese recipiente que, para Calderón, significa la construcción de la verdad, “porque construimos la verdad con todas nuestras verdades”.

      Además de la pieza central, habrá otras esculturas, de mediano formato, de seres humanos —representando a personajes comunes que realizan actividades diversas de la vida cotidiana—, éstas piezas las ha elaborado el artista desde hace ya un tiempo pero no había tenido oportunidad de presentarlas en exhibición. 

      “Me quise dedicar a esto porque desde siempre creí que tenía la obligación y el derecho de opinar. Para mí, es mi forma de opinar sobre lo que está sucediendo, no sé si sea un mensaje de esperanza o buen deseo o va a ser una catástrofe, porque a lo mejor los personajes no entran a la vasija, pero la muestra intenta ser mi opinión”, compartió Calderón en entrevista con Notimex. 

      El artista plástico señaló que el título de la exposición hace referencia a los seres humanos que están en la tierra, cada uno realizando diferentes actividades, sin embargo, todos compartimos un mismo objetivo: construir lo que llamamos realidad.

El arte habilita la palabra

      Ulises Calderón señaló que los personajes presentes en sus obras le ayudan a opinar sobre lo que quiere decir: “A veces ni siquiera opinan y sólo están sentados, bañándose, y cuando se expresan se convierten en los personajes que me acompañan, ya sea que se manifiesten en la cerámica, pintura o en la gráfica". 

      Fue alrededor de los 20 años de edad que Calderón reconoció su profundo interés por el arte, y en 1994 comenzó su trayectoria, primero, como ayudante en algunos talleres plásticos, y para el año 1996 se encontraba participando en una exposición colectiva en la Escuela Normal Superior en México; esta experiencia le hizo replantearse la seriedad de su labor como artista plástico.

      “Yo empecé pintando de manera autodidacta y entré a diferentes talleres como ayudante; después, en 1999, ingresé a la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes a la especialidad de cerámica. También hago gráfica y, curiosamente, es en la gráfica donde me han seleccionado en cuatro bienales: dos en Japón, una en Polonia y una en Barcelona”, recordó el artista. 

      Ulises Calderón compartió que desde niño tuvo la inquietud de opinar sobre los diversos temas familiares y sociales, aunque fuera censurado por los adultos, y fue mediante el arte que encontró una herramienta para hacerlo. Calderón ha realizado su trabajo por pasión y amor, y al ser lo principal en su proceso creativo a veces no daba cuenta del artista que era, sólo en el momento donde su obra se encontraba al lado de grandes artistas como José Luis Cuevas, Manuel Felguérez o Sebastian, Calderón tuvo conciencia del valor de su arte. 

      El artista mexicano, quien ha recorrido con su trabajo países como Japón, Estados Unidos y España, así como diversos museos del país, se considera actualmente un artista maduro, aprecia de forma objetiva el trabajo de sus colegas y continúa con su trabajo sin sentirse afectado por las críticas.

      Respecto a su experiencia artística a lo largo de más de 20 años, señaló que para él, el arte es una herramienta indispensable, la cual forma parte de nuestra cultura general, ofreciendo a las personas maneras diferentes de realizar sus actividades. Por esta razón, Calderón considera que el arte “se tiene que hacer con o sin recursos del Estado”.