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Rock Hudson, Freddie Mercury, Isaac Asimov rostros emblemáticos del VIH


Publicación:02-12-2019
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En 2016, un millón de personas fallecieron por causas relacionadas al virus.

Por Oscar Dávalos Becerril

México.- Cuando el VIH empezó a minar la vida de actores, músicos y deportistas, como Rock Hudson, Freddie Mercury, Magic Johnson o Charlie Sheen, el mundo volteó a ver a la epidemia con otros ojos, las celebridades le dieron visibilidad a una enfermedad estigmatizada, que no se repara en el glamour ni la fama. 

 El 1 de diciembre es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, una de las epidemias más rapaces de la humanidad que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde los años 80, cuando se descubrió, ha cobrado la vida de más de 35 millones de personas; en 2016 falleció tan solo un millón de personas.

A más de 35 años de la aparición del virus, con tratamientos que ralentizan las consecuencias del mal, aún tiene una carga social negativa admitir ser portador o que se padece la enfermedad en alguna de sus etapas.

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), enfermedad derivada del VIH, impactó al mundo, sobre todo a la comunidad homosexual, sobre la que se armó una campaña de desprestigio, basada en mentiras y prejuicios.

La comunidad artística y del espectáculo son los sectores que, por su visibilidad social, han estado en el ojo público, a pesar de que el padecimiento no discrimina sexo, condición social o nacionalidad.

Como consecuencia del estigma y el rechazo de muchos extractos de la sociedad, es complicado que figuras públicas reconozcan que son portadores del virus. Sin embargo, algunas celebridades han optado por hacer público su padecimiento, como parte de campañas informativas y de prevención.

En 1985, el glamour de Hollywood con todo y sus inalcanzables estrellas, se vino abajo cuando el rostro de Rock Hudson, galán por antonomasia, sex symbol de una industria especializada en la mentira, apareció visiblemente demacrado, confesando su homosexualidad y que tenía sida.

Entonces el mundo conoció otra cara del monstruo. La epidemia entraba al recinto de los dioses de la pantalla. Poco después de hacer el anuncio de su padecimiento, Hudson falleció, el 2 de octubre de ese año.

A lo largo de su vida, el actor estadounidense dio vida a dos personajes que la industria del cine ayudó a construir. En pantalla y ante los medios, era el símbolo masculino, que se paseaba del brazo de Marilyn Monroe, Doris Day o Elizabeth Taylor. En privado, trataba de sobrellevar su preferencia sexual.

El ocaso de Rock Hudson cimbró y puso al descubierto la hipocresía de la industria del entretenimiento en todo el mundo. Mucho se debe al protagonista de la cinta Gigante, la visibilización de una enfermedad que se propagaba rápidamente.

A partir del ejemplo de Hudson, muchos actores y artistas, han hecho público si son portadores o ya padecen la enfermedad. Incluso participan activamente en campañas informativas y de prevención.

Entre los rostros más conocidos que han sido víctimas de la pandemia se encuentra el actor Anthony Perkins, protagonista de Psicosis, película dirigida por Alfred Hitchcock. El actor falleció el 12 de septiembre de 1992 a los 60 años. Días antes, mediante un comunicado de prensa, anunció que padecía sida.

Cuando todavía la creencia popular vinculaba homosexualidad y drogadicción con VIH, se dio a conocer el caso del basquetbolista profesional Magic Johnson, quien conmocionó al mundo en 1991, cuando dijo que tenía VIH y se retiraba del deporte.

El jugador fue uno de los primeros en demostrar que se puede llevar una vida normal aún con el virus. Actualmente tiene 60 años y creó la institución The Magic Johnson Foundation, que ayuda a personas contagiadas a tener una mejor vida.

Entre los músicos famosos, quizá el caso más emblemático es el del vocalista de Queen, Freddie Mercury, quien trató por todos los medios de mantener el padecimiento en privado.

Sin embargo, en 1991 dijo públicamente que estaba enfermo de sida. Lo evidente de su mal estado de salud, le empujó a revelar lo que era un secreto voces. Murió el 24 de noviembre de 1991.

El escándalo y los excesos fueron siempre la carta de presentación de Charlie Sheen, protagonista de la exitosa serie Two and a half men. El actor confesó en 2015, en una entrevista para el programa Today, que era portador del virus. Aseguró que lo hacía público para detener una serie de extorsiones que le estaban haciendo.

El clavadista Greg Louganis encarnaba la imagen del deportista exitoso, primer olímpico en obtener puntuación perfecta, ganador de dos medallas de oro. Luego de su retiro de las competencias, hizo público que era homosexual y portador del VIH, desde una década antes de la olimpiada de Seúl, donde consiguió las preseas doradas.

El mito de que el VIH/Sida es un padecimiento que ataca a sectores sociales específicos se disipa poco a poco, pero no totalmente. En un recuento que hace el diario El Observador, incluye por ejemplo al filósofo Michel Foucault, quien murió en 1984. Lo mismo que al escritor Isaac Asimov, muerto en 1992 y de quien se supo contrajo la enfermedad por una transfusión.

En México, el tema es todavía tabú, más entre las figuras del espectáculo. No hay registro fiable de casos conocidos. Se sabe del actor Daniel Martín, que su amiga y actriz Gabriela Goldsmith, divulgó para concientizar acerca de la enfermedad. Daniel murió en 1991, luego de finalizar las grabaciones de la telenovela Alcanzar una estrella II.

La visibilización del VIH/Sida, ha sido un factor fundamental para la implementación de políticas públicas de información y prevención. Los rostros conocidos, las celebridades que se involucran en la problemática social, ayudan a concientizar a otros sectores y dejar claro que es un asunto de salud pública, más allá de cualquier prejuicio.



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