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Conservan tradiciones populares en Tláhuac


Publicación:25-12-2019
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Subrayan la importancia que tiene para el Festival de Santiago Zapotitlán contar con su propio plan de salvaguarda

Ciudad de México.-El Carnaval de Santiago Zapotitlán, en la alcaldía Tláhuac, Ciudad de México, es uno de los pocos en el país que cuenta con un plan de salvaguarda organizado en conjunto entre la comunidad y la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura.

      Mariel Jalpilla Granados, directora de Investigación y Contenidos del Grupo Cultural Tradición y Tiempo, vio nacer la iniciativa junto con Filiberto Valdés Peña, director general del grupo, y otros allegados. “La necesidad —de un plan de salvaguarda— la encontramos en el año 2014 porque consideramos que todas las tradiciones necesitan algo así”, explicó en entrevista con Notimex.

      Señaló que la intención de dicho proyecto es evitar que una tradición se pueda perder con el tiempo, el cual contiene medidas y estrategias para preservar, conservar, transmitir, trascender y mantener viva una tradición.

      La también pedagoga por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM no cree que una tradición como el Carnaval de Santiago Zapotitlán se vaya a perder “porque su arraigo es mucho, siempre se está realizando”; sin embargo, “su significado se puede desvirtuar, se puede dejar de lado”, y de ahí la importancia de un plan.

      Expuso que la iniciativa nació a raíz de la publicación del libro DF Festivo, Carnavales de la Ciudad de México, editado por el PRI capitalino. “Esto llegó a oídos del entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien se interesó en esas festividades, pues no se sabía nada sobre ese tipo de carnavales”.

      Fue entonces que se organizó una reunión “a la cual invitan a Filiberto, y es ahí como se enlaza con la Dirección General de Culturas Populares”, germinando al final la idea de hacer el plan de salvaguarda.

      De acuerdo con Filiberto Valdés, cuando se acercaron a la institución, les informaron que sólo existían dos planes de salvaguarda a nivel nacional: uno para el mariachi organizado a nivel federal y otro para una danza en Veracruz organizada a nivel estatal. El plan de Santiago Zapotitlán fue el primero realizado a nivel local, aunque no descartó que actualmente más pueblos cuenten con alguno.

En riesgo la memoria colectiva de un pueblo

Jalpilla Granados mencionó que aun sin el documento, “nosotros siempre hemos pensado en la salvaguarda de todas las tradiciones de Zapotitlán"; en la Fiesta de Luces y Música, recordó, algunas de las danzas tradicionales como “Las pastorcitas” o “Los vaqueritos” —danzas tradicionales que se vivían dentro de la festividad—, de un momento a otro dejaron de reproducirse. "También tengo información que en la época de la Revolución, el carnaval dejó de organizarse, fue un estancamiento que a pesar de haber sido leve, sí fue muy perceptible", dijo.

      En cuanto al riesgo que corre una comunidad al no ser capaz de conservar este tipo de tradiciones, la directora de Investigación y Contenidos del Grupo Cultural Tradición y Tiempo agregó que se pierde la memoria colectiva de la vida de un pueblo. "Se quedaría sin una parte de sí misma, sin un sentido de vida. El patrimonio cultural inmaterial es el sentido de la vida de las personas porque la crean y la viven; es su manifestación de estar aquí, de algo que los saca de la cotidianidad y le da sabor a su vida. Se perdería sabiduría".

      Sostuvo que para la comunidad el festival significa mucho porque se crean lazos de amistad, donde se reafirma la identidad cultural y se permite la formación de principios humanos que le dan una vida digna a todos los habitantes de Santiago Zapotitlán.

      Aunado al plan de salvaguarda, otro de los méritos más importantes que ha logrado el grupo cultural es la organización de todas las comparsas que forman parte del festival, “porque antes la competencia era muy marcada”, dijo.

      Subrayó que la rivalidad entre diferentes grupos desencadenaba violencia; “de hecho, cuando llegaban a encontrarse comenzaban a insultarse, a aventarse cosas; usaban pistolas de agua para dispararse, e incluso terminaban a golpes en ocasiones”.

      Sin embargo, a partir de la organización que ha fomentado el grupo cultural, la violencia fue disminuyendo "porque empezamos a hacer trabajos en conjunto promoviendo el carnaval, no sólo de una comparsa, sino de todas; gracias a eso sí creo que ha habido una disminución de los conflictos en todo sentido”.

      Aunque ya han implementado algunas medidas del plan de salvaguarda, aún no es presentado formalmente, por lo que esperan terminar su reestructuración por febrero o marzo, y que sea aprobado el siguiente año.



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