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"Cuidaremos al pueblo porque la justicia apesta"


Publicación:28-01-2020
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Están cansados de los robos, de los saqueos, de los asesinatos, pero sobre todo, del acoso de a las autoridades

ALCOZACÁN, Gro.- Era finales de agosto de 2014 y en la comunidad de Rincón de Chautla pobladores de los municipios de Chilapa, José Joaquín Herrera y Zitlala habían acordado formar su Policía Comunitaria, adherida a la histórica Coor-dinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC). Estaban cansados de los robos, de los saqueos, de los asesinatos, pero sobre todo, del acoso de a las autoridades. Unos 40 días atrás, en un camino de la comunidad Tlachimaltepec habían asaltado y asesinado a seis campesinos que se dedicaban a comercializar maíz y fríjol. Los pobladores decidieron no denunciar el crimen ante el Ministerio Público (MP). "Si llegan atrapar a los delincuentes, ellos salen libre bajo fianza y luego van contra los que denunciaron", dijeron ese día. En Rincón de Chautla, afirmaron, se habían presentado casos de violación a las mujeres que estaban solas porque sus maridos emigraron a trabajar, casos que tampoco habían denunciado por la desconfianza al MP de Chilapa "Sí en la noche te duermes, el delincuente se lleva el ganado, si logras reconocer al ladrón y lo denuncias al MP, antes de que tu llegues a tu casa él ya te está esperando", denunciaron. Bernardino Sánchez Luna, quien fue nombrado como el primer coordinador regional de la Policía Comunitaria de Chilapa, dijo: "hemos sufrido muchas cosas, no sólo la delincuencia, eso para nosotros sale sobrando, sino que ahora el gobierno quiere quitarnos lo más importante que son nuestras tierras (…) ya no vamos a permitir que nuestra gente sea llevada a la cárcel. Si se comete un delito, aquí lo tiene que pagar, bajo investigaciones claras". Continuó: "nosotros vamos a cuidar al pueblo, porque la justicia del gobierno apesta. Conocemos la justicia que aplica el Ministerio Público y, por el simple hecho de que la gente indígena no habla el español, se le sentencia 10 o 20 años, por eso decimos que la justicia del gobierno apesta demasiado". Así surgió la Policía Comunitaria de Chilapa, porque los pobladores de esas comunidades se sentían solos, abandonados. Continuó el abandono Cuando surgió la Policía Comunitaria de la CRAC de Chilapa, las organizaciones criminales Los Rojos y Los Ardillos libraban una cruenta disputa. La Policía quedó en medio. Primero sostuvieron una disputa con Los Rojos, pero en 2015 la balanza se fue de un lado. Casi en el mismo territorio de la Policía Comunitaria, surgió un grupo armado que se autodenominó Policía Comunitaria Por la Paz y la Justicia. Este nuevo grupo no surgió en la zona rural sino en la ciudad. Su presentación fue en mayo de 2015, cuando unos 300 hombres armados tomaron el control de la cabecera municipal de Chilapa. Estuvieron cinco días, dijeron que iban a cazar a líder de la banda criminal Los Rojos, Zenen Nava. Hicieron todo lo que pudieron: catearon casas, instalaron retenes, desarmaron a la Policía Municipal, patrullaron la ciudad y, al irse, se llevaron a 30 jóvenes que hasta ahora nada se sabe de ellos. Todo lo hicieron frente a los ojos de policías y militares. Las autoridades vincularon a este grupo armado con Los Ardillos. Y desde entonces no han cesado los ataques, los crímenes y también los gritos de auxilio. El acecho de Los Ardillos en el territorio de la CRAC no ha tenido clemencia. Han provocado decenas de asesinatos, desapariciones y el desplazamiento de cientos de pobladores. Ahora, los 16 pueblos que integran el territorio comunitario están atrincherados, listos para defenderse de un ataque y, al mismo tiempo, con la vida rota. Dejaron de ir los niños a las escuelas, una porque hacerlo re-presenta una peligro y, dos, porque los profesores dejaron de arriesgarse a ir los pueblos. Pero también está al límite de la comida. A muchos pueblos apenas y llegan los alimentos, la ropa. Bernardino Sánchez cuenta que a muchos de los comerciantes Los Ardillos les prohíben el paso o les quitan su mercancía. La mayoría decidió dejar de ir.



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