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Opinión Editorial


Aniversario de las Constituciones Políticas Mexicanas


Publicación:04-02-2019
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Este 5 de febrero, los mexicanos celebramos el 162 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de la República Mexicana de 1857, aprobada por el Congreso Liberal, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, bajo el liderazgo del Partido Liberal y del abogado Benito Juárez García.

También, este 5 de febrero, celebramos el 102 Aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, producto de la Revolución Mexicana, aprobada y promulgada en la ciudad de Querétaro en el año de 1917, bajo el liderazgo del presidente constitucionalista don Venustiano Carranza.

La Constitución de 1857, documento jurídico liberal, sintetizaba las luchas del pueblo mexicano desde el movimiento por la independencia en 1810, bajo el liderazgo del sacerdote Miguel Hidalgo y del destacado sacerdote, militar y político don  José María Morelos y Pavón, quien redactó y propuso los Sentimientos de la Nación y de donde surgió la Constitución de Apatzingán en 1814, hasta el ideario de liberales y conservadores que vivieron la escisión del Méxicopost independentista con la invasión de los Estados Unidos de América y los territorios que se perdieron después de la guerra. Para la Constitución de 1857 los mexicanos instalaron un Congreso General con el objetivo de conocer las propuestas del futuro de la república: ¿ser federalista? o¿ser centralista? Culminando el proceso pordefinirse como república federalista, desde donde se seguirá la lucha por la construcción de un Estado Nacional, Laico, realmente Federal, Democrático y Liberal.

Con el Congreso Constituyente de 1857 se alcanza a nivel constitucional el estatuto de un conjunto de derechos  para los mexicanos con los que entra el país a la modernidad. Se establecen los derechos individuales fundamentales comoel ejercicio a la libertad de creencias, de comerciar, de escribir, de cultos, de adquirir propiedades, junto con la abolición de los bienes eclesiásticos y militares.

 

 

Esta Constitución Política Liberal, fue rechazada por la Iglesia Católica, obviamente, y por los Conservadores y la Casta Militar conservadora, lo que trajo el desconocimiento de esta Carta Magna, y consigo la rebelión conservadora contra el Partido y Gobierno Liberal. Aparece así la historia de México, la Guerra de Reforma o la Guerra de los Tres Años, por ser un conflicto armado que duró los años 1857, 1858 y 1859, y posteriormente la ocupación militar del imperio de Francia, promovida por los mismos conservadores, traidores mexicanos.

Sucede que a principios de los años 60, el gobierno de Francia, al principio aliada con los gobiernos de España e Inglaterra, querían cobrar una serie de deudas, de la cual la francesa era la más pequeña, mas luego de lograr el acuerdo político-comercial con las naciones de Inglaterra y España, queda Francia como inconformey con una idea geoestratégica de invadir México para estar posicionada en América y, sobre todo, cerca de Estados Unidos de América. Francia lanza sus fuerzas militares contra México, sufriendo derrotas parciales, hasta lograr instalar un gobierno monárquico encabezado por Maximiliano, el Partido Conservador, la Iglesia Católica y la Casta Militar conservadora.

El triunfo definitivo del Gobierno y Estado Nacional Mexicano, se da en Querétaro en 1867, derrotando militarmente a los invasores y sus incondicionales mexicanos, declarándolos traidores a la patria y pasando por las armas a propios y extraños.

Motivo de celebración lo es este mismo 5 de febrero, pero del año 1917, cuando don Venustiano Carranza y sus colaboradores intelectuales y militares lograron la aprobación y promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Este documento histórico fue el resultado de un movimiento político-militar contra el gobierno y presidente de la República, general Porfirio Díaz, quien tenía un origen social y político de corte liberal y luchó heroicamente en la batalla de Puebla, pero a la postre, luego de derrocar el gobierno de Ignacio Lerdo de Tejada, se establece en la silla presidencial, casi como un dictador, por treinta largos años. 

Empero, durante su régimen, don Porfirio Díaz logró consolidar instituciones educativas, culturales y productivas, como el sistema de educación nacional, la Universidad Nacional de México, el sistema ferroviario y toda una industria agroindustrial que favorecía más a las empresas y familias extranjeras, que a los ricos y terratenientes de México, mucho menos al pueblo. Es de recordarse, particularmente, la celebración,pomposa y en todo el territorio nacional, del centenario del inicio de la lucha por la Independencia de México.¡Cien años, de 1810 a 1910!, “tan lejos de Dios y tan cercanos a los Estados Unidos”, como lo expresaría con pesar y honda sabiduría histórica el general Díaz.

Así, en los vaivenes de México, los profesores de historia tenemos el deber de informar a nuestros alumnos tanto de las grandes obras de don Porfirio Díaz, como de sus fallas e injusticias. Debemos comunicar las características de su política social, donde los derechos sociales, individuales eran letra muerta y en cambio, las decisiones autoritarias como forma de gobierno, la carencia total de democracia, hacía en la práctica y en la vida diaria de los mexicanos, un gobierno dictatorial.

Esto último fue lo que generó un malestar político en todos los estratos sociales e hizo posible un movimiento político-militar, conocido como la Revolución Mexicana, donde participaron la burguesía agraria, los profesionistas, los maestros, los obreros, los campesinos, los indígenas,  bajo el mando de líderes sociales, políticos y militares con una gran capacidad operativa y sentido social.

Los derechos emanados de este gran movimiento revolucionario, están contenidos en la Constitución de 1917 que rige al país actualmente. Algunos derechos dejaron de ser vigentes, o se volvieron olvidadizos por los gobiernos neoliberales que imperaron por casi 40 años en el país (1982-2018), pero hoy, con el nuevo gobierno, se han vuelto vigentes y se exigen que se hagan realidad.

La reforma jurídica en proceso, así como la posible reforma educativa y cultural, además de los cambios necesarios en el sistema de salud, del bienestar social, de la administración de los bienes nacionales y la riqueza natural del país, además de recuperar el prestigio de una ejemplar política exterior, son solo algunos de los aspectos firmes y relevantes del actual gobierno federal y que está inspirando a la nación.



« Redacción »
Arturo Delgado Moya

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