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Opinión Columna


Efecto “boomerang’’


Publicación:30-03-2019
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Aunque puede ser una forma de presionar muy particular el colocar calcas de exhibición a los conductores morosos, la medida podría registrar el efecto “boomerang’’.
Y si no lo quiere creer basta con darle una revisada al asunto, toda vez que ya saltaron los espontáneos para hacerla de tos, en defensa de los automovilistas.
Vale la pena averiguar en qué quedará el asunto, sobre todo aparte de cualquier movimiento jurídico, se busca llamar la atención de Derechos Humanos.



Digan lo que digan las autoridades y muy a pesar de la fuerte inversión en el combate a la inseguridad, parecen ir como el cangrejo.
Sobre todo, que siguen dando palos de ciego para bajar las cifras en delitos de alto y bajo impacto, del fuero común y federal.
Vaya, no han podido cuajar tras sus reuniones diarias de seguridad, lo cual dispara el temor en la regla de la percepción de inseguridad.
Y quizá los delitos podrían alcanzar una leve disminución por la llegada de las vacaciones de Semana Santa, cómo se ha dado ya.
Cuando ni con el famoso y costoso dron se ha consolidado el más mínimo “descontón’’ a la delincuencia que continua desatada.



Como si no tuvieran ya tantas broncas, los que por lo visto siguen pasando vergüenzas ajenas son los responsables de la seguridad en la entidad sin respetar jerarquías.
De lo contrario cómo se podría explicar que hace días, una riña y balacera en el primer cuadro de la ciudad de Monterrey causó gran movilización cerca de conocida universidad regia.
Además de ello, fueron reportados daños por impactos de arma de fuego, por lo que no pasaron muchas horas, para que la policía persiguiera y capturara a los presuntos responsables.
El dato causó revuelo, porque como suele suceder, los malitos corren más rápido que la policía, pero que en esta ocasión les dieron alcance y cacarearon sus cuatro “trofeos’’.
Por lo que agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones ventilaron a los cuatro vientos su captura, los motivos de la detención, lo incautado y las imágenes de los detenidos.
Sin embargo el ridículo del caso es, que muy a pesar de que de manera oficial se notificó de la retención de una arma corta de fuego y sus características, se les hizo de agua el dato.
Increíblemente, pese a que la experiencia en el manejo de armas y de evidencias por parte de los elementos policiacos, peritos en balística descartaron se tratara de una arma de fuego.
Sino más bien, pese a la descripción oficial de inicio en el caso, los presuntos fueron liberados al comprobarse que solo se trataba de una pistola de aire comprimido deportiva. Así de ese tamaño.
Por lo que los elementos de la AEI que parecen egresados de la universidad de la risa, tendrán que retornar a las aulas de capacitación o de plano, dejar sus cargos a quienes si estén capacitados.
Sobre todo, porque con esas pifias no tan sólo se podría poner tras las rejas a personas inocentes, sino entorpecer procesos que en el peor de los casos, beneficien a todo presunto delincuente.



Y ya que andamos con los ridículos de la autoridad, a toro pasado se dice sorprendida por algunas cuestiones en el traslado de los reos del penal del Topo Chico.
Para empezar, que muy a pesar de que el ope-rativo se realizó por la noche para evitar problemas con los familiares, estos ya estaban en el lugar para reclamar a la autoridad.
Por lo que más de tres se dijeron sorprendidos, a pesar de que se trataba de un operativo sorpresa del que “pocos’’ tenían conocimiento, aunque las listas ya circulaban por WhatsApp.
Así que ya se imaginará la movilización de los familiares de los internos en su mayoría mujeres y niños, que reclamaron a la autoridad, que se hace de la vista gorda por lo que sucede.
Para empezar por los artículos de comunicación que fueron localizados en su interior a los internos y toda clase de facilidades para transitar como Juan por su casa, armas de fuego, puntillas y droga.
Vaya, el lugar es todo un escenario digno de película, donde sin lugar a dudas las complicidades entre las autoridades carcelarias y los reos es más que evidente a ojos vistos.
Y, que de manera urgente obliga a una limpia de fondo y en serio, no nada más de controles de ca-ricatura, donde toda acción policiaca y de la autoridad, sigue siendo la misma gata, pero revolcada.



« Redacción »