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Opinión Columna


La Navidad con austeridad republicana


Publicación:22-12-2019
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Esperemos que por ahí se invente en el próximo año un programa de gobierno de “El Santa del Bienestar”

Las dos cartas están largas, eso me preocupa; abro primero la de Gabrielo, mi hijo de 7 años: “Santa, ¿cómo estás?... te quiero pedir un Nintendo Switch con muchos juegos, unos Legos, unos Ninjas, un silbato para perros…” y así se va de largo pidiendo 7 cosas más; pobre Santa, con esta situación económica que vive el país y parte del mundo.

Iker, mi hijo de 9 años, quizás más consciente de la austeridad que se vive en el país y en la economía familiar, le escribe: “Querido Santa, yo no te voy a pedir nada, porque casi siempre que pido tú me traes otras cosas, así que lo que me desees traer está bien; pero, por favor, de todas las cosas que pidió mi hermano Gabrielo, sí tráele el Nintendo Switch”.

¿Será acaso que Iker ya no cree en Santa? ¿O de plano ve nuestra economía personal no muy abundante? También oye las noticias que nos dicen que el país está en recesión, que del 2 por ciento que creció en el 2018 caímos al 0 por ciento este año y por lo mismo no se han generado los empleos suficientes para incorporar a los jóvenes que terminan sus estudios y entran a una edad laboral.

Lo peor no es que Santa traiga otros regalos que no pidieron los niños; no quiero ser pesimista, pero a como se vislumbra el panorama del 2020 en cuestión económica, es posible que el año venidero ni juguetes ya alcancen. Esperemos que por ahí se invente en el próximo año un programa de gobierno de “El Santa del Bienestar” o se den cursos de cómo vivir “Una Navidad con austeridad republicana”

No obstante la difícil situación económica y para no variar, en estos días el tráfico en la ciudad se incrementa y las calles se vuelven un caos; sin embargo, tengo que decir que las posadas, por lo menos en mi caso, no se incrementaron, los restaurantes no lucen llenos como en otras navidades y en las tiendas, aunque están abarrotadas, predomina la compra de pequeños regalos; sin duda el Santa de otras familias también anda batallando.

A unos días de tan importante fecha, para Iker y Gabrielo por los juguetes que reciben y para los que creemos en dicha fecha por ser algo más espiritual, como es la llegada del redentor, quisiera pedir por el año que viene, que los pronósticos negativos de la economía cambien para que no pasemos de una “Navidad con austeridad republicana” a una “Navidad con austeridad franciscana”.



« Redacción »