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Se hunde Guanajuato en la ola de violencia


Publicación:28-08-2019
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Especialistas en seguridad pública refieren que la entidad se colocó en la cúspide por la violencia y homicidios a manos de grupos criminales

Ni con el operativo Golpe de Timón ni con la llegada de las fuerzas federales y la estrategia oficial del combate al huachicoleo se ha frenado la violencia en Guanajuato; el crimen organizado permanece en las calles y no ha marcado diferencia la presencia de la Guardia Nacional en el estado.

Especialistas en seguridad pública refieren que la entidad se colocó en la cúspide por la violencia y homicidios a manos de grupos criminales que delinquen sin tomar en cuenta la presencia de la Guardia. Nada los amedrenta.

Siguen las matanzas y diversificación de delitos. El Cártel Santa Rosa de Lima —de origen local— busca conservar el dominio, mientras el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) busca el control de la plaza para sus actividades ilícitas.

Es evidente la ausencia de una estrategia regional de seguridad que vaya más allá de un blindaje en las zonas limítrofes de Michoacán y Jalisco, en las que se mueven y fortalecen organizaciones delincuenciales.

"Hay coordinación en los límites de los estados, pero ahí no hay una estructura de una planeación de política criminal que permita identificar los puntos críticos, no solamente en los límites, sino en todas las entidades", consideró la investigadora Jéssica María Vega, del Departamento de Estudios Sociales de la Universidad de Guanajuato.

De enero a julio de 2019, se registraron mil 568 homicidios dolosos y ocho feminicidios; en el último mes fueron 185 y tres feminicidios, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En los primeros siete meses de 2018 fueron mil 427 homicidios dolosos y 12 feminicidios (sólo en julio fueron 224 homicidios y dos feminicidios); mientras que en el mismo periodo de 2017 se investigaron 611 homicidios y 12 feminicidios (de ellos 87 homicidios y dos feminicidios en julio).

Discreta presencia

En la primera semana de julio, 2 mil 110 elementos de la Guardia Nacional arribaron a Guanajuato, estado prioritario para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) por sus altos índices de violencia, al igual que Jalisco y Michoacán.

En los primeros días, los elementos se dejaron ver en plazas en acciones de proximidad con los ciudadanos y en eventos públicos y realizaban patrullajes, junto con las fuerzas estatales.

En un recorrido de tres días en municipios de Celaya, Villagrán, Salamanca, Irapuato y Silao, durante el día y tarde-noche, no se vio la presencia de la Guardia, pero sí de elementos de la fuerzas de seguridad pública del estado y policías federales, en caravanas de tres y cuatro patrullas; en algunos casos con unidades artilladas.

El 2 de julio, cuando el gobierno federal anunció el establecimiento de la Guardia Nacional en los estados prioritarios, 13 personas fueron asesinadas en Silao, Salamanca, Irapuato, León, Acámbaro y Pénjamo; la mayoría de las víctimas estaban descuartizadas o con el tiro de gracia. En esa fecha emboscaron y mataron al fiscal antidrogas del estado, Francisco Javier "N".

La violencia no fue contenida. Un mes después, el 2 de agosto, un comando armado entró a los separos de la Policía Municipal de Valle de Santiago, acribilló a cinco detenidos y liberó a otro; esa noche sujetos lanzaron bombas molotov a las oficinas de la fiscalía de esa demarcación.

En esa misma fecha tortilleros de Celaya exigieron seguridad y anunciaron el cierre de establecimientos por temor a una banda de extorsionadores; tres días después, hombres armados mataron a tiros a tres mujeres en una tortillería.



« El Universal »