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Cierra penal y recibe amenazas


Publicación:01-10-2019
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En una ceremonia encabezada por el gobernador Jaime Rodríguez Calderón se efectuó el traslado del último reo internado en el centro penitenciario

Monterrey, N.L.-El cierre del Penal del Topo Chico ha traído al gobernador Jaime Rodríguez Calderón múltiples amenazas del Crimen Organizado.

Durante su mensaje en la ceremonia de clausura del centro penitenciario, el mandatario estatal admitió que, desde que decidió cerrar el inmueble, recibe mensajes de texto “no agradables”.

Hoy, dijo, a diferencia de meses atrás, ya no podría ir al cine ni exponerse en lugares públicos, pues se pondría en riesgo a sí mismo y a la gente que lo acompaña.

Aseguró que  “muchos” están molestos por esta acción, pues vienen a repercutir en las finanzas de las células delictivas que ahí operaban.

“Yo no puedo ir al cine porque a lo mejor alguien está enojado conmigo, ustedes si pueden ir al cine. Yo no puedo ir ya a muchos lugares porque arriesgo a los que van conmigo porque tomé esta decisión (de cerrar el Penal)”.

“Sé que a muchos les va a molestar, y sé que a muchos les está molestando”.

“Recibo muchos mensajes, muchos no agradables, que no los digo para no preocupar a nadie, pero todos los días, a cada rato, porque tomé esta decisión”, externó.

Rodríguez Calderón reconoció que el tema de violencia y maldad en la entidad y en todo el país es muy complicado, y el camino para reformar el Sistema Penitenciario no será fácil.

 Sin embargo, resaltó, hoy se puede decir que ya no hay más “autogobierno” en los penales,  y el Estado tiene el control de los tres restantes.

 “El tema de violencia y maldad es muy complicado….le quitamos a la delincuencia organizada una gran cantidad de ingresos, millones de pesos, y eso no es sencillo”.

“Por eso los gobernantes decían: que lo haga el que sigue. Lo hice pensando en que aquí seguiré viviendo, en que aquí mis hijos van crecer”, añadió.

Cierra NL Penal del Topo Chico

Tras 76 años de violencia y muerte, y como parte de las acciones para reformar el Sistema Penitenciario de Nuevo León, este lunes cerró sus puertas el Penal del Topo Chico.

En una ceremonia encabezada por el gobernador Jaime Rodríguez Calderón se efectuó el traslado de los últimos 150  reos internados en el centro penitenciario que abrió un  3 de octubre de 1943.

Durante los últimos cinco días, más de 2 mil 400 personas privadas de su libertad que ahí residían fueron transferidas a los Ceresos de Apodaca y Cadereyta, los cuales cuentan hoy con nuevos espacios luego de su ampliación.

"Sigo molesto por no poder haber sido más veloz...hoy estamos este día en este lugar donde levantamos muertos, donde se incendió por la falta de valentía de otros gobiernos. Hoy (los internos) van a un mejor lugar".

"El autogobierno no va a regresar porque tomamos la decisión: no más extorsiones a los presos, a las personas privadas de la libertad, a sus familias que han perdido patrimonio además de la tranquilidad", expresó el mandatario estatal minutos antes de colocar un candado en el protón emblemático.

Al respecto, Manuel González Flores, Secretario General de Gobierno, resaltó que el gobierno del Estado trabaja en la certificación de sus tres reclusorios: Cadereyta, Apodaca y el Centro Femenil.

"Todo esto terminará con la certificación de los penales y el respeto a los derechos humanos de cada una de las personas internadas".

A nombre de los ppl, Carlos Mejorado Uribe, de 33 años, quien purga una condena por homicidio calificado aunque asegura ser inocente, recordó el ambiente de intranquilidad que se vivía apenas un año atrás.

"Aquí en el Topo Chico era muy difícil sobrevivir, fueron años en los que me costumbre en un medio de pánico, de violencia y de insultos; anhelaba que llegara el fin".

"Ahora ese tiempo llegó, a finales del año pasado nos empiezan a poner unas medidas muy estrictas, cambiándonos. Ya no había violencia, ya no había inseguridad...este cambio será de oportunidades, de cosas positivas".

Mejorado Uribe, padre de una niña de año y medio que tuvo con su ahora esposa que conoció al interior del penal, confía en que en dos años más, una vez que cumpla la mitad de su pena, podrá solicitar su libertad a un juez.

Es de destacar que el lugar se convertirá en un Gran Parque para el que se tienen ya 50 millones de pesos provenientes de un superávit del Parque Fundidora; además de albergar el Archivo de la Memoria de Nuevo León.

Sin embargo, previamente, en un mes y medio será abierto a la ciudadanía para que atestigüen las condiciones en las que vivían los reclusos, e inhibir con ello la actividad delictuosa.

El último hecho sangriento que marcó el sitio fue la masacre y muerte de 49 internos en una riña entre grupos contrarios, en febrero de 2016.

Desde ahí, refirió Eduardo Guerrero, asesor en Políticas Penitenciarias, se dio inicio a una reingeniería penitenciaria que consta de siete ejes rectores, así como de mil 152 acciones a implementar en el corto, mediano y largo plazo, entre ellas el cierre del Topo Chico.

Tan solo en los últimos meses se movieron 846 personas a Ceferesos en otras entidades de la República, mientras que 4 mil 989 se cambiaron de un penal a otro.

A la par se realizaron 632 intervenciones, decomisando 3 mil 300 artículos prohibidos.



« El Porvenir/ Consuelo López »