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Indagan la filosofía clínica en Cátedra Alfonso Reyes


Publicación:13-11-2019
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“La filosofía clínica puede ser una excelente aliada de florecimiento humano”

Monterrey, NL.-Como parte de las actividades del 20 aniversario de la Cátedra Alfonso Reyes, el filósofo clínico, Lucio Packter, dio una conferencia sobre la calidad de vida y bienestar, a través de la filosofía.

El brasileño destacó que dicho ámbito de la filosofía es una forma de ayuda desarrollada fuera de los espacios académicos de la medicina y de la psicología, su justificación se basa en el método de varias corrientes psicológicas, y aunque se usa esencialmente para la clínica personal, también se está usando en empresas.

Desde 1995 el profesor se ha dedicado a la Filosofía Clínica desde el Instituto Packter. Ha organizado foros, seminarios y talleres, particularmente en Filosofía Clínica, en diversas universidades brasileñas así como en Portugal, Israel, Colombia, Grecia, Italia y Escocia.

“A fin de ver el desarrollo humano se busca incentivar las capacidades físicas, intelectuales, creativas y emotivas a través de una interacción atenta, solidaria, respetuosa, y comprensiva con otros seres vivos para crear una sociedad justa y, sobre todo, para que todos los seres consigan la plenitud”.

“La filosofía clínica puede ser una excelente aliada de florecimiento humano”, mencionó Packter.

Es así como destacó que la mayoría de la población que vive en el planeta se mantiene “en condiciones miserables en alma espíritu y carne”, e incluso en situaciones tan difíciles y extremas, requieren del florecimiento humano.

Basándose en algunos de los aspectos del florecimiento humano en la filosofía clínica, utilizó como referencia el Diario de Ana Frank, pues reconoció que le permite examinar uno de los muchos ejemplos de dicha filosofía.

“Un ser humano puede expresarse de muchas maneras, Ana vivía escondida de los nazis, en el ático de una casa antigua con su familia, depende de la caridad de una familia para esconderse, no podía ver el sol, caminar por la calle ir a la escuela o hablar con la gente, pero logró florecer, ir más lejos, todo con su diario”.

“Anna no ignoró lo que estaba pasando, parte de su florecimiento consistía en tratarlo con franqueza, eso fue para ella. Para cada persona la floración probablemente tiene un camino diferente y único”.

“Algunos florecen por amor, por jardines, con paz con trascendencia. Ana floreció hablando directamente de sus problemas y no es así para todos. No puedo como filosofo clínico que todos hagan esto, cada persona funciona dentro de los desarrollos de su propia historicidad. Para Ana funcionó así”, señaló el filósofo.

Es así como se dio a conocer que esta práctica posee tres momentos esenciales: la exposición de la historia de vida de la persona para el delineamiento de su red intelectiva, la planificación clínica y la aplicación de los submodos o procedimientos clínicos.



« Redacción »