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Opinión Columna


La vida corporativa de las agrupaciones


Publicación:09-01-2020
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No hay que confundirse, en realidad, la democracia implica el respeto de las minorías, la libre discusión en todos los niveles

 

Sin perder de vista que durante cierta etapa de la evolución del régimen democrático, ya desde 1749 en Inglaterra con el desenvolvimiento del régimen parlamentario y se acentúan con el desenvolvimiento de éste, “un partido degenera en facción cuando el interés nacional deviene un objetivo secundario o subordinado, y la causa se apoya más en el beneficio del partido o facción que en el de la nación. De modo que la relación jerárquica entre el interés nacional y el interés particularizado sería el criterio para distinguir entre el partido y la facción, si bien Henry St. Jhon Bolingbroke (Cfr. la Idea de un rey patriota. Ed. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales) no se muestra muy optimista respecto a la adhesión permanente de un partido al interés nacional” (Cfr. Manuel García Pelayo El Estado de Partidos). Esto es, en cierta manera, reflejo del subdesarrollo político que viene acompañado de movimientos espontáneos, generados sin control por la ansiedad, la desesperación y muchas veces por por la represión disfrazada, pero que adolecen de mecanismos y procesos capaces de asegurar la representación política, para responder favoreciendo los intereses y expectativas sociales de la comunidad, cuando media un largo periodo de sumisión y sacrificio de la mayoría.


No hay que confundirse, en realidad, la democracia implica el respeto de las minorías, la libre discusión en todos los niveles, la elección y el control de los dirigentes por el conjunto delos ciudadanos. Por ningún concepto implica la imposición de las minorías sobre la falsificación de los hechos reales. En este contexto, el ideal del régimen respeta las diferencias de las voluntades personales, que abre para todos la perspectiva de cambio y de progreso, que ofrece el ámbito de una acción libre, es natural que concebirse en la naturaleza de los partidos políticos. Lo que causa distensión entre las clases de la sociedad es cuando el sistema de partidos permanece alejado de la comunidad y los partidos no únicamente representan aspectos diferentes de la opinión ciudadana, sino que además actúan como instrumentos de distorsión y violación de esta opinión.


Dentro de este ámbito que pareció ser parte de lo institucional es como puede explicarse el ascenso de Andrés Manuel López Obrador al gobierno, que ante la falta de abrir para todos la perspectiva del cambio y el progreso, y sólo daba la impresión de gobernar para uno sólo de los sectores, exhibió sin tapujos la actitud maximalista de convertir en plataforma ideológica y programas de acción gubernamental la ambición de un grupo bastante restringido que se benefició con la condonación de impuestos, lo que a la postre además de ser engañosa, arrastró a todas las fuerzas políticas hasta el descrédito por lo ventajosas, perdieron posicionamiento porque aún en el caso de eventuales victorias electorales, hasta ahora han tenido que transigir no sólo con las realidades de clases desplazadas del gobierno , con los grupos afines, sin los cuales no pueden es imposible la formación de una mayoría.


Pero aquí, aun cuando un partido debe exhibir cierto patrimonio de habilidades al expresar flexibilidad para entrar en alianzas con otros partidos, siempre deberá evitar a sus seguidores herir sus susceptibilidades, en cuanto a la profundidad de sus doctrinas y sus programas de acción inmediata, porque siempre se tendrá que hacer la distinción entre los objetivos a corto plazo y los de plazo largo. Cada partido puede conservar sus miras a la distancia como propósitos lejanos e incluso profundizar lo que tienen de específico. A corto plazo , ha de conservar un pequeño número de prioridades y tomarlas como base de sus alianzas” (Club Jean Moulin. El Estado y el ciudadano. Parte Primera: La apertura de las oligarquías).


Hacia finales del ejercicio legislativo, la propuesta de reducir el costo del financiamiento de los partidos políticos no encontró el respaldo en las discusiones del poder Legislativo, por parte de los partidos, que ya antes se habían identificado con la gobernante MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional. Lo cual parece que prevalece la idea entre la burocracia política que el sistema puede continuar, así, indefinidamente: sobre la base de que en vez de partidos políticos, en México se tiene la dicotomía o estado o fase de la luna en que el Sol ilumina sólo la mitad de su disco, por la que en lugar de los partidos existe la dicotomía entre el gobierno y l oposición , edificada entre sobre la distribución de los puestos del gobierno y que significa poco más que la oposición entre los que han ganado un puesto en la administración y quienes no lo han recibido.


Bueno, pero en donde no tiene nombre por el elipse de la imposición estadounidense como condición para aprobar el nuevo tratado de libre comercio, incorporando en la Constitución mexicana la libertad de los trabajadores para decidir respectos a quienes son sus dirigentes sindicales y negociar directamente las condiciones generales del trabajo, éste sólo resulta un acto de complacencia para cuidar los mismos costos, mientras no se establezca como única fórmula los sindicatos de empresa, cuya labor generaría el sentido de la libertad y el de la responsabilidad de los trabajadores por sus asuntos en la misma empresa, para impedir la toma de decisiones verticales de los grandes agrupaciones de empleados que favorecen la deformación corporativa de la voluntad de los trabajadores, en relación a la negociación con los patrones sobre las condiciones generales del trabajo, fijación de salarios y determinación de disponer de la huelga para mejorar sus condiciones de vida.



« Redacción »
Carlos Ponzio


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